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9 de mayo de 2009

El Tuerto - Un fragmento de Frágil

"Cuando alguien le preguntaba al Tuerto cómo había quedado tuerto, pregunta que no todos se atrevían a hacer, la mayoría de las personas consideraban que era de mal gusto preguntarle a una persona con una discapacidad cómo es que había adquirido dicha discapacidad, entiéndase por esto preguntarle a una persona en silla de ruedas cómo es que pasó a tener que usar la susodicha silla, o a un ciego cómo perdió la vista, se esconden estas vergonzosas personas bajo la excusa de, No hay que discriminarlas, por eso no le pregunto, cuando en realidad lo que están logrando al ignorar la discapacidad es una forma más de discriminación, no debería ser algo distinto realizar tal pregunta, tendría que quedar encausada bajo el mismo curso de preguntas mediocres e idiotas que sí se atrevían a hacerle, ¿hace calor?, ¿viste ayer la televisión?, pero por alguna razón esto no sucedía, corolario directo de tal premisa que al Tuerto fuera poca la gente que le preguntaba cómo es que había quedado tuerto, sin embargo queda claro que poca es diferente a ninguna, y por eso a pesar de que las situaciones eran contadas con los dedos de las mano, tarde o temprano, siempre aparecía alguien que le preguntaba, Decime, Tuerto, ¿cómo es qué quedaste tuerto?, valientes héroes luchando contra las insensatas reglas de la sociedad.

Franco, quien cuando le hacían esa pregunta se sentía Franco y no se sentía Tuerto, utilizaba casi siempre como respuesta una de tantas variaciones de la misma historia: cuando era adolescente tuve un accidente (una tragedia, un inconveniente), sucedió que me metí en una pelea (una batalla, una disputa), con unos pibes de otra escuela (otro barrio, otro club), y uno de ellos me atacó con un cuchillo (una navaja, algo filoso). La herida que me hicieron fue gravísima (muy grave, bastante complicada) y recuerdo que perdí el conocimiento (me desmayé, me bajó la presión). Cuando desperté estaba en un hospital, y mi mamá (mi papá, una enfermera) me contó que los doctores me salvaron la vida, pero tuvieron que sacarme el ojo derecho (el ojo derecho, el ojo derecho). Nuestros interlocutores que habían realizado la pregunta escuchaban siempre asombrados la historia del Tuerto, historia teñida de valentía y honor. Cuando empezaban a inquirir más en los detalles de la pelea, el Tuerto daba razones como ajustes de cuentas, cosas que el hombre tenía que hacer, momentos que no se podían dejar pasar. Los interlocutores, entonces, miraban el parche negro en el ojo derecho del Tuerto y la imagen del policía frágil e incompetente dejaba lugar a la nueva imagen del policía intrépido y audaz. Sin embargo, como se expresó antes, el Tuerto utilizaba casi siempre como respuesta esa historia, y dado que casi siempre es distinto a siempre, todavía nos queda una zona de incertidumbre que procederemos a develar. Las veces que Franco no contaba esta historia, veces que se pueden contar con los dedos de la mano, lo que relataba era la verdadera versión de los hechos, que era sólo una versión, y que no admitía variaciones: cuando era un adolescente, en una navidad, estaba encendiendo los fuegos artificiales y no me aparté a tiempo, trágico accidente que casi me quita la vida. Mientras en todo Occidente los católicos celebraban el nacimiento del niñito Jesús, en el Hospital de Quemados, Franco, lamentaba el nacimiento de su alter ego que habría de marginarlo durante el resto se su vida: ese veinticinco de diciembre, a la madrugada, nacía el Tuerto.

–¿Falta mucho para llegar?

La voz de Leandro, su pasajero esposado en el asiento trasero, obligó al Tuerto a volver a la realidad.

–No, no falta tanto –respondió, mirando la calle por la que estaban. Como el nombre se encontraba del lado derecho del auto, el Tuerto tuvo que girar la cabeza casi noventa grados para verla–. Ya estamos por Riobamba, falta poco."

Fragmento del Capítulo 7 de Frágil


Post dedicado a todos los que leyeron Frágil.
Ellos saben el por qué :).
Dema.-

4 comentarios:

vik dijo...

"Los valientes no son los que nunca fallan, sino los que vuelven a intentarlo."


te acordas de los chicos con skates en la plaza?

matiasanomiko dijo...

gracias por pasar che.

ahora me pongo a leer un poco por estos lados...


un abrazo

mabel casas dijo...

"valientes héroes luchando contra las insensatas reglas de la sociedad"

de una realidad crudísima, de una expresión literaria qu eapunta más allá en el lector

no leí frágil completa , así que no estoy dentro del dedicaddo, pero me pareció interesante como presenta el nacimiento del alter ego y de golpe me pone ante la intriga de que el personaje es u policía y que la historia tiene mucho por develar y sorprender
cariños

German Alfaro dijo...

Hola Ludovico! Soy Godofredo.
Estoy terminando de leer FRAGIL....y no quiero que se termine. Creo (y por si no lo sabes, CREO MUCHO!) en que deberias vender los derechos para hacer una peli....no se cómo, no se con quien, no se cuándo, pero ese libro merece una película!
Sólo quería decirte que espero con ansias que "La Apariencia...." me mantenga tan absorto como "Frágil" el día que me pasé de parada del bondi por estar leyendolo.
Un abrazo!!
Sherman (33 RPM)